

Al inicio, una semilla...
Nuestra inspiración viene de la naturaleza, la semilla de la flor del eguzkilore, contiene para nosotros el potencial que vemos en los niños y niñas. La vida de esta flor inicia dentro de una pequeña semilla voladora, estas alas que la empujan a volar cuando ésta se encuentra preparada, y la llevan a buscar una nueva tierra fértil en la que echar raíces, germinar, madurar y florecer.

Deseamos brindarle a las familias un espacio para que esta semilla renazca, despacio y con cuidado, respetando sus ritmos de desarrollo, permitiéndole a los niños y niñas dar lo máximo de su potencial, para así expresar su esencia al mundo.
Servimos a la esencia del niño, por esto nuestra comunidad ofrece educación para la vida.
Queremos que los niños y niñas sientan las raíces para poder recordar, y que construyan sus alas para volar alto.